Cuando estamos heridos anhelamos que alguien se lleve nuestro dolor, suavice las heridas y nos brinde esperanza. A menudo, esos anhelos no son satisfechos. En nuestro intento por encontrar el amor, nos entregamos a otros una y otra vez, solo para resultar más lastimados en cada ocasión.
Venciendo el Amor Perdido
Hay una respuesta al sufrimiento de perder el amor y a los sueños destrozados. La esperanza viene a través de Cristo, el Hijo de Dios. Él te ofrece sanarte de las heridas que sientes ahora mismo, quiere que camines con Él en los momentos difíciles y reírse contigo cuando todo anda bien.
Hay una respuesta al sufrimiento de perder el amor y a los sueños destrozados. La esperanza viene a través de Cristo, el Hijo de Dios. Él te ofrece sanarte de las heridas que sientes ahora mismo, quiere que camines con Él en los momentos difíciles y reírse contigo cuando todo anda bien.
¿Por qué?
Porque Jesús entiende que vivimos en un mundo dañado. Sabe que estás cargando el dolor de relaciones rotas y de sueños hechos pedazos. Tu dolor le importa a Dios. Él quiere liberarte de la tristeza que gobierna tu vida porque te ama incondicionalmente.
Porque Jesús entiende que vivimos en un mundo dañado. Sabe que estás cargando el dolor de relaciones rotas y de sueños hechos pedazos. Tu dolor le importa a Dios. Él quiere liberarte de la tristeza que gobierna tu vida porque te ama incondicionalmente.
Tu dolor le importa a Dios...
Jesús tiene el poder de cambiar tu realidad porque llevó el dolor y la vergüenza de nuestros pecados en la cruz. Resucitó de la muerte con la promesa de que podemos tener una nueva vida en Él.
Jesús tiene el poder de cambiar tu realidad porque llevó el dolor y la vergüenza de nuestros pecados en la cruz. Resucitó de la muerte con la promesa de que podemos tener una nueva vida en Él.
El amor de Cristo es perfecto y nunca nos hace daño. Su amor es puro y sanador, nos lava del pecado y del dolor que la vida nos ha causado.
La vida y el amor son regalos que deben compartirse. Comparte tu vida con Cristo y siente su amor en carne propia.
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