sábado, 9 de abril de 2016

El capítulo 3 de 2 Reyes es una historia fascinante donde encontramos los tres reyes de Israel, Judá y Edom uniendo fuerzas para pelear una guerra que ellos pensaron podían ganar fácilmente, pero las cosas no fueron de acuerdo a lo planeado. Los reyes entonces piden a Eliseo ayuda en la lucha. La respuesta que Eliseo da a los reyes no es lo que ellos esperaban. Eliseo les dice (en la versión King James) que vayan y caven zanjas, que Dios llenará las llenará con agua, de la cual beberán las tropas y el ganado. Si ustedes hacen esto, dice Eliseo a los reyes, Dios les entregará a Moab en sus manos. Los reyes probablemente encontraron la petición de Elías un poco absurda, pero creyeron en la promesa de Dios e hicieron lo que les habían dicho.
Esta historia tiene que ver con la fe. Solo Dios puede enviar el agua, pero quiere que usted cave zanjas. Si usted quiere ver agua en su vida, entonces cave una zanja. Una fe real trabaja y cree en grande, pero usted debe estar dispuesto a empezar en pequeño. El tamaño de su visión no es intimidante para Dios. Muchos no piensan lo suficientemente en grande, pero aun más, no empiezan con lo pequeño. ¿Cómo cava usted una zanja? ¡Tome su 'pala'! Y golpee la tierra con una paletada a la vez. No puede esperar que Dios le dé cosas grandes si usted no empieza con lo pequeño. Crea en grande. Empiece con lo pequeño. Ponga su fe en acción cavando unas cuantas zanjas. ¿Qué necesitas alcanzar?¿Qué pequeñas zanjas podría tener la necesidad de cavar para dar inicio al proceso de tú restauración?

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